El Banco Mundial advierte de la probabilidad de una recesión mundial en 2023


El banco dijo que las principales desaceleraciones en las economías avanzadas, incluidos los fuertes recortes de su previsión, al 0,5% para Estados Unidos y a un PIB estancado para la zona del euro, podrían presagiar una nueva recesión mundial menos de tres años después de la última.
Según el Banco Mundial, el sombrío panorama será especialmente duro para las economías de mercado emergentes y en vías de desarrollo, que luchan contra la pesada carga de la deuda, la debilidad de las divisas y del crecimiento de los ingresos, y la ralentización de la inversión empresarial, que ahora se prevé en una tasa de crecimiento anual del 3,5% en los próximos dos años, menos de la mitad del ritmo de las dos últimas décadas.
“La debilidad del crecimiento y de la inversión empresarial agravará los ya devastadores retrocesos en educación, sanidad, pobreza e infraestructuras, así como las crecientes exigencias derivadas del cambio climático”, declaró en un comunicado el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Según el informe del Banco Mundial, el crecimiento de China en 2022 se desplomó hasta el 2,7%, su segundo ritmo más lento desde mediados de la década de 1970, después del registrado en 2020, debido a que las restricciones de su política de “cero COVID”, las turbulencias del mercado inmobiliario y la sequía afectaron al consumo, la producción y la inversión. El Banco Mundial predijo un repunte hasta el 4,3% para 2023, pero esta cifra está 0,9 puntos porcentuales por debajo de la previsión de junio, debido a la gravedad de las perturbaciones del COVID y al debilitamiento de la demanda externa.
El Banco pidió un mayor apoyo de la comunidad internacional para ayudar a los países de menos recursos a hacer frente a las crisis alimentarias y energéticas, a los desplazados por los conflictos y al creciente riesgo de crisis de la deuda. Según el informe, se necesitan nuevas subvenciones y financiación en condiciones favorables, así como capital privado y recursos nacionales para impulsar la inversión en adaptación al cambio climático, capital humano y sanidad.